Hoy vamos a hablar de otro gran miembro de la familia de las Ipas. El más potente (hasta el momento) pues es una familia muy viva que va evolucionando y creciendo de manera muy evidente.
Es el estilo que cuenta con un protagonismo mayor de los lúpulos, los cerveceros al elaborar este subestilo normalmente usan el doble o incluso el triple de la cantidad típica de lúpulos que llevaría una pale ale normal, pero también agregan más maltas para equilibrar. La cerveza resultante tiene grandes cantidades de lúpulo y profundidades de malta más profundas con un resultando un mayor nivel de alcohol
Suelen ser cervezas muy contundentes, con fuerza y con mayor carga de lúpulos y de alcohol.
Repasemos un poco su historia.
En Estados Unidos, el lugar donde tuvo lugar el nacimiento de la “revolución craft” en el mundo de la cerveza, en los años 70 del siglo XX se empezó a innovar con respecto a la elaboración de las cervezas. Después de décadas donde la mayoría de las cervezas eran lager industriales, claras, insípidas y refrescantes se empezó a buscar nuevas sensaciones, en este aspecto se revisaron las antiguas recetas, algunas se reinterpretaron, genéricamente se le empezó entre otras cosas a dar mayor importancia al los lúpulos.
Una de las primeras novedades que protagonizaron fue la reinvención de las Ipa (India Pale Ale) que dio lugar a Ipas con un carácter diferente a las antigua y clásica English Ipa y que dio lugar a una nueva categoría de ipas (las American Ipas) y la consiguiente sustitución de la palabra inicial English por American.
Las American IPA presentan unas diferencias claras respeto a sus hermanas británicas. Entre otras cosas poseen un carácter maltoso más suave, con menos notas a caramelo, pan y tostado; incorporan sus propios lúpulos (denominados los del “Nuevo Mundo).
Esas variedades de nuevos lúpulos se fueron consiguiendo a lo largo del siglo XX en Universidades a través de diversos proyectos de investigación centrados en la búsqueda de lúpulos óptimos y resistentes a enfermedades que fueron, creando cruces y nuevas variedades con nombre propio así como por agricultores, que han estado trabajando en el cultivo de nuevas variedades desde hace varias décadas.
Generalmente se caracterizan por tener un amargor y aromas pináceos, herbáceos y sobre todo cítricos. Son lúpulos muy potentes en aromas. Se considera que el primer ejemplo de American Ipa fue la Anchor Liberty Ale en 1975, elaborada usando exclusivamente lúpulo Cascade.
Poco a poco el lúpulo, pasó a tener mayor peso en las recetas y mayor protagonismo en las exigencias de los consumidores; Además, la obsesión por el lúpulo de los cerveceros norteamericanos y la extensión de esta pasión por todo el mundo hizo que el mercado demandase cervezas cada vez más intensamente lupuladas. Las cerveceras siguieron dando más vueltas de tuerca hasta que a mediados de la década de 1990 aparecieron las primeras Double Ipas o Imperial Ipas.
El termino “imperial”, se refiere en el mundo cervecero al adjetivo que indica que alguna característica de la cerveza ha sido llevada al doble.es decir estamos ante elaboraciones que multiplican por dos o por tres las recetas originales que “imperializan”. Así, a veces se utiliza el doble o el triple de malta y de lúpulo. Es un término que se empezó a utilizar por analogía y recuerdos de las imperial Russian Stout, unas cervezas (generalmente fuertes) que se elaboraba en Inglaterra pero luego se enviaba a Rusia, específicamente a la corte imperial de Rusia y de ahí tomó su analogía
Con lo cual estamos ante un subestilo dentro de las Ipas americanas caracterizado por un aroma y un sabor claramente lupulados, con su amplia variedad de toques resinosos, frutales, herbales o cítricos. La mayoría de versiones tienen Dry Hopping y en cuanto al amargor son bastante amargas, con una buena persistencia en boca.
Pueden llegar a tener entre 60 y 120 IBUs (Unidad internacional de amargor).
La graduación alcohólica también es alta ya que está fijado que en este estilo va de 7,5 a los 10 grados. Aunque pueda parecerlo no es una cerveza difícil de beber. Suelen ser apetecibles para aquellos con el paladar ya instruido en el amargor del lúpulo.
Se podrían comparar con las Barley wine (vino de cebada) y otras ales fuertes, pues presentan sus similitudes. El color puede variar del ámbar al cobre rojizo, y algunas versiones pueden tener un tinte anaranjado. Pueden ser un poco turbias. La espuma es de un color blanquecino, y será persistente.
El sabor a lúpulo es potente y complejo y habitualmente reflejan el uso de variedades de lúpulo noble americano. En ocasiones, el amargor puede ser excesivo, aunque la malta puede ayudar a equilibrar el carácter del lúpulo.
El sabor a malta es muy bajo, y sólo excepcionalmente podrás apreciar sabores a caramelo o tostados, en niveles bajos. Una intensa y larga amargura, persistente, es usualmente encontrada en el retrogusto, al igual que cierto sabor a alcohol.
La impresión general es de una Ipa con muy fuerte intensidad de lúpulo, pálida y sin el gran sabor a malta y/o profundos sabores a malta de una barleywine.
La Imperial Ipa no tienen un cuerpo muy denso a pesar de su alta graduación, algo que en ocasiones se logra gracias a la adición de azúcares u otros adjuntos fermentables. La facilidad para ser tomada es una característica importante; no debe ser una cerveza pesada y difícil de tomar. Tampoco debe tener demasiado dulzor residual.
En la actualidad, algunas cerveceras han dado un paso más y elaboran lo que se ha venido a llamar Triple Ipa. La principal diferencia entre ellas y las Double/Imperial Ipas es una mayor graduación alcohólica (por encima del 10 % ABV), la cual lleva consigo un inevitable carácter maltoso (y alcohólico, claro) que hace sombra al lúpulo, llegando a arrebatarle el papel protagonista de ahí que le hayamos nombrado al principio como el estilo de Ipa más potente hasta el momento..(hasta Dios sabe cuando)
Este estilo es ideal para paladares ya acostumbrados al amargor de las Ipas, como acompañamiento a platos especiados y con sabores fuertes, o bien como cerveza para acompañar una buena sobremesa, degustándola lentamente a una temperatura tibia de 12 a 15º.
Recordad también que las cervezas lupulizadas, especialmente las IPA modernas, las consumamos cuanto antes mejor, que el lúpulo este fresco.
Cada día podemos encontrar más ejemplos de esta variedad de Ipa en las estanterías de las tiendas. Lo importante es iniciarse poco a poco en el lúpulo y cuando estemos preparados, degustarlas lentamente, saboreando sus matices y disfrutando de su complejo amargor y su ligero perfil maltoso y alcohólico.
Salud y birras