La cerveza es una bebida altamente polifacética, podemos consumirla en multitud de ocasiones, haga frio o calor, en cualquier parte del día (mañana, tarde o noche), como aperitivo, como bebida de alterne o como copa y también como no, es factible para utilizarla en coctelería.
Es una bebida diferente a las habitualmente usadas en este arte pues su consistencia (densidad, turbiedad, espuma), sabores, aromas y amargor hacen que podamos jugar mucho con ella.
Hoy vamos a fijarnos en un cóctel a base de cerveza que puede parecer sencillo y ciertamente lo es pero a veces en la sencillez esta la genialidad, hablamos del coctel Black Velvet a base de cerveza negra y champan.
El cóctel se prepara a base de cerveza negra (idealmente una Guinness por su sequedad, espuma y consistencia) y champan. Esta mezcla suele crear un hermoso degradé entre el champán y la cerveza que al tener propiedades distintas, por lo general no se mezclan, dejando a relucir desde el oro del champán hasta el negro de la cerveza.
Podemos prepararlo de dos maneras diferentes. Para elaborarlo es importante que ambos estén muy fríos.
La primera; es la presentación por capas, para hacerlo cogeremos una copa de flauta o cualquier copa que tenga recorrido y utilizaremos la cucharilla rizada tan habitual en los servicios de gin-tonic pondremos en primer lugar el espumoso (hasta más o menos la mitad de la copa), a continuación vamos vertiendo la cerveza lentamente para evitar que se mezclen y así obtener poca espuma. El resultado final es una vistosa presentación a dos colores donde ambos líquidos no se mezclan.
También podemos prepararlo con una presentación mezclada, en este caso lo prepararemos al revés, es decir volcaremos la pinta para llenar la mitad con la cerveza negra y acabaremos llenando la copa con el espumoso muy frio, la copa debería quedar con unos pocos centímetros de espuma 2-3 para su presentación que quedaría ya mezclada sin capas con un color negro suave que recuerda al terciopelo negro.
Si no lo has probado todavía pudiera parecerte una combinación explosiva pero la mezcla es sabores es bastante complementaria, ya que la acidez del champan corta la consistencia dulce y melosa de la cerveza negra. Es importante es que utilicemos un espumoso brut o brut nature para crear este equilibrio. Estamos ante un coctel que ha perdurado en el tiempo, que junta la combinación de la robustez de una cerveza negra con el delicado sabor del champan.
Fue elaborado por primera vez por el barman del Brooks´Club de Londres en 1861 cuando el principe consorte de la reina Victoria de Inglaterra falleció de fiebres tifoideas.
Este príncipe llamado en realidad Franz Albrecht August Karl Emanuel Von Sachsen-Coburg und Gotha fue el esposo de la reina Victoria del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda y murió a la edad de 42 años, lo que sumió a la reina en un profundo duelo que duró el resto de su vida.
Ante tal luctuoso acontecimiento , Londres se paralizó y según cuenta la leyenda, este barman dijo que ante tan grave pérdida incluso el champan (sinónimo de fiesta y celebración) debía guardar luto y lo mezcló con un poco de Guinness.
En algunas partes también se le conoce como Bismark porque el famoso canciller era muy aficionado al mismo, quizás lo prearaba con cerveza negra alemana (schwarzbier).
Lo podeís preparar con diferentes cervezas negras y diferentes vinos espumosos e ir degustando sus sabores diferentes, es importante probar y encontrar una mezcla que funda lo mejor de ambas bebidas, para equilibrar la acidez y el dulzor. Lo que podemos dar por seguro es que disfrutareis preparándolo y degustándolo, así que solo queda brindar.
Salud y birras.